Quienes somos

La Asociación Internacional de la Mutualidad (AIM)

La Asociación Internacional de Mutuas (AIM) es una organización internacional que agrupa federaciones de mutuas y organismos de salud, que cuenta con 49 miembros de 26 países de Europa, América Latina, África y Oriente Medio

Los miembros de la AIM son organizaciones sin ánimo de lucro que proporcionan cobertura sanitaria a alrededor de 240 millones de personas, así como servicios relacionados con el seguro médico obligatorio y/o complementario, algunos de los cuales también gestionan servicios sanitarios y de seguro.

Nuestros miembros son mutuas o seguros de salud. No dependen de accionistas: todos los excedentes se utilizan en beneficio de sus miembros y cumplen con el principio de solidaridad entre estos últimos. Son:

  • Entidades jurídicas independientes y privadas
  • Organizaciones democráticas: cada miembro tiene derecho a voto
  • Organizaciones públicas o privadas
  • Dirigidas por representantes de los usuarios y de los asociados sociales

RETOS

Al día de hoy, la AIM reafirma la validez de sus valores frente a desafíos como el envejecimiento de la población,
la prevalencia de enfermedades crónicas, el aumento del gasto sanitario y los cambios en los estilos de vida

&
Sistemas de salud rentables y asequibles
Mutuas de salud fortalecidas, reconocidas por su valor en la economía social
Cobertura sanitaria para todos sin desigualdades

Los inicios

El movimiento mutualista ganó fuerza en la segunda mitad del siglo XIX, respondiendo al creciente sentimiento de inseguridad de la clase obrera. El aumento constante de asalariados, los bajos salarios recibidos, la impotencia de los trabajadores para adaptarse ante las crisis y las fluctuaciones monetarias y, por último, el carácter aleatorio del acceso a los empleos sumieron a la clase trabajadora en el pauperismo. En esta situación, sin embargo, los trabajadores no querían tener que recurrir a la asistencia pública o la caridad, como personas indigentes sin trabajo. Por lo tanto, decidieron organizar fondos solidarios separando una parte de su salario para ayudar a los que sucumbían a ciertos riesgos: enfermedad (discapacidad), accidentes, vejez, muerte, etc. Esta ayuda mutua, destinada a superar los efectos de los riesgos, y su financiación mediante la contribución de los trabajadores sería la piedra angular de los sistemas de la seguridad social y su financiación.
Al final del siglo, las mutuas ya estaban reguladas por una legislación y contaban con un número bastante elevado de miembros en diferentes países. Con los grandes movimientos mutualistas nacionales en funcionamiento y ya trabajando juntos, y una impresionante tendencia hacia la internacionalización de los asuntos sociales, se estableció el escenario del primer Congreso Internacional de la Mutualidad en 1900.
A este le siguieron varios congresos, uno de ellos en Milán en 1906, donde se estableció la “Federación Internacional de Mutualidades”, antepasado de la AIM.
Las dos guerras mundiales frenaron el movimiento socialista, que resurgió después de la Segunda Guerra Mundial. La Conferencia Internacional sobre Mutualidad y Seguridad Social (CIMAS) se hizo más fuerte, respondiendo a la voluntad europea de consolidar la seguridad social. En 1947, la CIMAS se convirtió en la Asociación Internacional de la Seguridad Social (ISSA). Este cambio refleja un alejamiento del seguro social a un concepto más general de la seguridad social y significó, para algunos mutualistas, la desaparición inaceptable del término “mutualidad” del nombre de la Asociación. Como consecuencia, se llevó a cabo una reunión por separado de los directores de las principales de mutuas. Se redactó una declaración en la que se destacaba el papel, las características y las principales demandas del movimiento mutualista y recordaba que la mutualidad había sido “la fuerza impulsora de los intentos de mejora de la seguridad social.” Además, se creó una nueva organización: el “Centro Internacional de Información sobre la Mutualidad” (CMIM), que se convirtió en AIM en la Asamblea General del 28 de enero de 1950.