Nuestro miembro Solidaris cerró el lunes 19 de febrero su petición de precios más justos para los medicamentos con cerca de 55.000 firmas. El próximo paso será probablemente una audiencia ante la Comisión de Sanidad de la Cámara de los Comunes. En respuesta a las negociaciones de precios dominadas por las codiciosas empresas farmacéuticas, Solidaris propone una “calculadora de precios justos”, que cree que podría ahorrar al sistema de seguridad social hasta 1.000 millones de euros al año.

Para celebrarlo, una delegación de Solidaris llegó el lunes a mediodía a la Cámara de los Comunes para una acción simbólica, con una pastilla gigante bajo el brazo. Los dos secretarios generales, Jean-Pascal Labille y Paul Callewaert, se reunieron brevemente con Eliane Tillieux (PS), Presidenta de la Cámara. Por la tarde, presentaron sus reivindicaciones al Ministro de Asuntos Sociales y Salud Pública, Frank Vandenbroucke (Vooruit).

La petición fue lanzada por Solidaris a finales de enero de 2023 para incluir el tema en la agenda de los representantes electos. “En la próxima etapa, los departamentos comprobarán la validez (de las firmas) y la Comisión de Peticiones se reunirá, seguramente antes del final de la legislatura”, para decidir qué ocurrirá, comentó Eliane Tillieux al recibir a los representantes de Solidaris. Una vez obtenidas 25.000 firmas, los impulsores de la petición podrán, si lo desean, ser escuchados por la comisión correspondiente. “Esperamos celebrar este debate antes del final de la legislatura”, afirma Jean-Pascal Labille, “y, además, durante la Presidencia belga de la UE, porque la fijación del precio de los medicamentos no es sólo una cuestión belga, sino europea”.

Según Solidaris, el sistema de seguro de enfermedad gasta más de 5.400 millones de euros al año en medicamentos. “Basándonos en un modelo elaborado por la Association Internationale de la Mutualité, creemos que son mil millones de euros de más”, explica Jean-Pascal Labille. Los importes negociados entre las empresas farmacéuticas y el Estado, a veces mediante contratos secretos con el gabinete del ministro competente, son especialmente excesivos para los medicamentos innovadores contra el cáncer o los tratamientos de enfermedades raras. Y con razón: el sector farmacéutico se encuentra en una posición de fuerza en estas discusiones, apoyándose en la confidencialidad de los contratos con otros países, en un poderoso grupo de presión y en el peso del empleo que representa en Bélgica.

El objetivo de la petición es modificar la ley sobre asistencia sanitaria obligatoria y seguro de indemnización. Se trata de introducir “criterios transparentes y objetivos” de negociación, que tengan en cuenta el coste real (producción, investigación) del producto para llegar a un precio justo que incluya también una prima por innovación y un margen “razonable” para la empresa.

“El acontecimiento que me hizo proponer este modelo fue el lanzamiento de los medicamentos contra la hepatitis C”, explicó el lunes Anne Hendrickx, economista y asesora de Solidaris. “Sovaldi se comercializaba en toda Europa a un precio de unos 40.000 euros, a veces con descuentos confidenciales. Este modelo tiene un precio de 900 euros. No hay complejidad en la producción, y no ha habido mucha investigación (…) Una investigación del Senado estadounidense también ha demostrado que el precio se fijó para maximizar el beneficio, sabiendo perfectamente que no todo el mundo tendría acceso a él”. En Bélgica, el reembolso se limitó inicialmente a los pacientes más enfermos, a pesar de que se cree que alrededor del 1% de la población está afectada por la enfermedad.
“En el caso de las enfermedades raras, un tratamiento que ralentiza la progresión de la enfermedad cuesta entre 300.000 y 500.000 euros por paciente y año. Es inasequible”, añade Anne Hendrickx.